lunes, 27 de octubre de 2014

The Beatles – “A Hard Day´s Night” (1964)




En 1989 yo tenía 18 años y andaba buscando un nuevo ídolo. Bryan Adams había publicado su “Into The Fire” hacía ya dos años pero acababa de romper con Jim Vallance y las noticias sobre la publicación de su próximo disco eran que se retrasaba cada vez más y más. Necesitaba cubrir ese vacío y decidí meterme en los Beatles.

En aquel entonces conocía lo básico: mis padres tenían el “20 Greatest Hits




con las más típicas: “She Loves You




Help!




Hey Jude




etc. pero no me entusiasmaba. Aún así, decidí darles una segunda oportunidad y un día me fui al Corte Inglés y me compré a la vez “Rubber Soul




y “Sergeant Pepper´s Lonely Hearts Club Band




Como se imaginará el conocedor de la obra de los de Liverpool, probablemente no son los dos discos más indicados para que un chico de 18 años entre en contacto con ellos. Imaginaros mi sorpresa cuando escuché cosas como el arpa en “She´s Leaving Home




O el sitar en “Norwegian Wood




Seguían sin entusiasmarme pero algo debían tener cuando todo el mundo les idolatraba tanto así que les di una última oportunidad y me compré “A Hard Day´s Night”… y flipé al instante.

Este era un disco para disfrutar (aclaro, “Rubber Soul” y “Sgt. Pepper´s” también me flipan, pero al principio me costó ;-) ). Viéndolo con la perspectiva de los ¡¡50 AÑOS!! que han pasado desde su publicación no puedo evitar preguntarme cómo diablos unos mequetrefes de veintipocos años como John Lennon y Paul McCartney pudieron dar forma a esas canciones, esas melodías y esas armonías vocales.




Más allá del hecho de que sea el primer disco compuesto en su totalidad por canciones originales de John y Paul, lo que me atrapó, y me sigue atrapando, es la energía y buen rollo que desprende el álbum al completo y, sobre todo, lo que me volvió loco y sigue haciéndolo 25 años después es el sonido de las voces de los dos líderes de la banda cantando juntos. Para mí, es un sonido imbatible en la historia de la música popular.

El disco comienza con la canción que da título al LP y la película y cuyo primer acorde ha pasado a ser el más famoso de la Historia porque nadie, yo creo que ni el mismo George Martin, está seguro 100% de cómo se toca. Es una buena introducción a lo que contiene el tercer larga duración de los Fab Four: grandes voces, marcha y buen rollo a raudales. Me encanta el cencerro (me refiero al instrumento) de Ringo Starr en el puente y el arpegio final de George Harrison con su Rickenbacker de 12 cuerdas.




La armónica de Lennon anuncia “I Should Have Known Better” como una bomba. La voz de John grabada dos veces (un truco de estudio que utilizaron muchas veces a lo largo de su carrera) suena genial y no puedes evitar dejarte llevar por el ritmo.




If I Fell” es una maravillosa composición del futuro señor de Yoko Ono que sirve como vehículo para las alucinantes armonías vocales que forma junto a McCartney.




I´m Happy Just To Dance With You” es otro tema de Lennon, por aquel entonces no solo líder sino también compositor más prolífico, que sirve para dar algo de protagonismo puntual a George Harrison, quién en 1964 todavía no se había destapado como la gran figura que iríamos conociendo poco a poco en los años siguientes. Este tema no es que sea una maravilla, pero es agradable de escuchar.




Paul aparece por primera vez con “And I Love Her”, gran canción de amor que combina con acierto la guitarra acústica de John con la española de George y no os perdáis la percusión de Ringo con los bongos.




Tell Me Why” es otra obra de Lennon, quien toma la voz principal apoyado por los coros de Paul y George (que son una gozada). A destacar el falsete de John.




Can´t Buy Me Love” es, simplemente, una de las mejores canciones de Paul durante la primera mitad de los 60. Con su ritmo y estribillo contagiosos y una gran actuación vocal de Macca. Una joya. Curioso que en todas sus canciones de “A Hard Day´s Night” nadie le hace coros. Graba su voz dos veces pero nadie le hace coros. ¿Casualidad?




Con “Can´t Buy Me Love” acaba la primera cara del disco. La segunda la componen canciones que no salieron en la película pero que mantienen el nivel.

La primera es “Anytime At All”, gran canción de Lennon, al que se le suma McCartney en el estribillo. No estamos hablando sólo de los dos mejores compositores pop del siglo XX, también de dos de los mejores cantantes, en aquella época. Bryan Adams ha grabado recientemente una versión de este tema para su álbum de covers, pero para mi gusto la original es imbatible.




I´ll Cry Instead” es otra composición de John que se escucha con gusto pero no está entre lo más destacado del disco.




Paul vuelve a aparecer con “Things We Said Today”. Buena canción, cuyo mejor momento es probablemente el cambio de la estrofa al puente.




Las voces de John, Paul y George entran como un huracán en el comienzo de “When I Get Home” para ofrecernos un apasionado desparrame de Lennon diciéndole a su chica que se prepare, que cuando llegue a casa… pues eso. De lo mejor del elepé.




You Can´t Do That” es otra de las canciones por las que el 99% de los grupos de la época mataría. Lennon se muere de celos y le prohíbe a su chica hablar con otros hombres en un tema irresistible donde la pasión de la voz de John encuentra el complemento perfecto en el acompañamiento que le proporcionan las voces de Paul y George. 50 años después suena igual de fresca.




El disco acaba con una de mis favoritas, no de este disco, de cualquiera de los Beatles. “I´ll Be Back” tiene quizás mis armonías vocales favoritas de toda su discografía, así que imaginaros. Poco más puedo decir, excepto que la escuchéis… y gocéis.




“A Hard Day´s Night” fue el disco que me convirtió en beatlemaníaco. Desde entonces ahorré de mi paga todo lo que pude para ir comprándome uno a uno todos sus discos. La mejor inversión que he hecho nunca.

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