El Loco es muyyy grande y a
finales de los 80, Jose Mª Sanz y Los Trogloditas simple y llanamente eran la
mejor banda de rock´n´roll de la piel de toro. Si a eso le añadías un Sabino
Méndez especialmente inspirado en la composición, el equipo era imbatible.
Mi primer contacto con los
catalanes fue a través de canciones sueltas; había escuchado “Chanel, Cocaína y
Don Perignon”
y por supuesto “La Mataré”
pero no fue hasta 1988 cuando
publicaron “Morir En Primavera” que me decidí a comprar un disco suyo; un gran
disco con temas que por desgracia ya no tocan como el stoniano “Besos Robados”
y que formarían buena parte del
que nos ocupa.
Grabado en dos conciertos en la
sala Zeleste de Barcelona los días 15 y 16 de diciembre de 1988, “¡A por
ellos…! que son pocos y cobardes” reúne lo mejor del repertorio Troglodita a lo
largo de la década, pero sobre todo muestra a una banda arrolladora en su
espacio natural: el directo, bordando las interpretaciones y en muchos casos
mejorando las grabaciones originales.
La banda está en el punto álgido
de su carrera y la interacción con el público es tremenda, hecho, por suerte,
fielmente recogido en el disco y que es una parte del álbum tan importante como
el propio repertorio, ejecutado impecablemente por el Loco y sus Troglos, con la
arrasadora máquina rítmica formada por Jordi Vila a la batería y Simón Ramírez al
bajo, con el maestro Sergio Fecé a las teclas, y la brutal combinación
guitarrera de Xavi Tacker y Ricard Puigdomenech, a los que finalmente se añadió
Sabino Méndez.
El comienzo con “Carne Para Linda”
es brutal, con su riff de guitarra entrando casi a la par que el clamor del
público para poco después sumarse la banda al completo, saxo incluido. Desde el
minuto 1, los afortunados allí presentes corean las letras de todos los temas.
Sin respiro, pasamos a “La
Policía”, temazo de “Morir En Primavera”. Y hablando de temazos: a continuación, Sergio Fecé da
paso a esa barbaridad llamada “Ya No Puedo Bailar”, de “Mis Problemas Con Las
Mujeres”.
La cuarta canción es la
mencionada anteriormente “Chanel, Cocaína y Don Perignon”, de “La Mafia Del
Baile”, el primer tema que soy consciente de haber escuchado de Loquillo.
Reconozco no haber hecho mucho
caso a “Coleccionistas” y “Piratas”, me iba (y me va) su lado más rockero.
La siguiente fue la celebérrima
“Quiero Un Camión”, una canción a la que un dichoso anuncio de televisión ha
podido prostituir ligeramente con el tiempo, pero que si te abstraes puedes
llegar a disfrutar como lo que es: un temazo en el que la banda despliega todo
su buen hacer con mención especial a la sección rítmica y al trabajo a las seis
cuerdas de Puigdomenech.
A partir de aquí, entramos en una
serie de canciones encadenadas e influidas por otros estilos como la canción
francesa, el jazz o el swing. Estoy hablando de “Brisa De Abril”, “En Dino´s A
Las Diez”, “Mis Problemas Con Las Mujeres” y “La Mala Reputación”.
El primer CD acaba con dos
canciones que se han convertido en clásicas. ¿Sería exagerado decir que “La
Mataré” y “Cadillac Solitario” son al rock español lo que “Satisfaction” y “Stairway
To Heaven” al rock mundial? Si lo es, no debe andar muy lejos. En particular,
la versión de “Cadillac Solitario” de este álbum es la que se convirtió en
mítica y no la original.
El segundo CD está compuesto casi
en su mayoría de rock salvaje, y nada responde mejor a esta definición que la
canción que sirve de apertura.
La versión de “Autopista” es probablemente la
que más se aleja de la original y la que más la mejora. Empieza con un gran
solo de guitarra que sirve de preámbulo al piano de Fecé; un piano que te
avanza que estás a punto de escuchar algo grande, sensación que se confirma
poco después cuando la guitarra de Ricard Puigdomenech entra cambiando el ritmo
de la canción, lo que provoca las palmas desenfrenadas del público, cuyo sonido
queda ahogado por la irrupción de la batería de Jordi Vila dispuesta a destruir
todo lo que encuentre a su paso, labor en la que cuenta con la inesmitable
colaboración del trepidante bajo de Simón Ramírez. El resto es una descarga de
actitud y aptitud musical por parte de la mejor banda del momento. 25 años
después sigue sonando igual de fresco y relevante.
“Rock Suave” es otro temazo en el
que la banda suena tremenda y que el Loco ha seguido interpretando en directo
hasta nuestros días.
“Todo El Mundo Ama A Isabel” y
“Besos Robados”, dos de las mejores canciones de “Morir En Primavera” continúan
la fiesta que alcanza uno de sus puntos álgidos con (una vez más) la versión
mejorada de “El Ritmo De Garaje”, otro tema que siendo entonces un clásico de
la banda, aquí pasa definitivamente a la eternidad, entre otras cosas, por la
calidad de su interpretación.
Acto seguido nos atrapa la
nostalgia de “El Rompeolas”, otro tema mítico (y van…) de la historia del rock
en castellano. Pocos estribillos definen mejor a un hombre y una banda como “No
hables de futuro, es una ilusión, cuando el rocanrol conquistó mi corazón”.
Cerca del final, el órgano de
Fecé introduce “Siempre Libre”, toda una declaración de principios del rockero
del Clot, seguida por la oda de Sabino Méndez a la ciudad que les acogió cuando
tuvieron que salir de Cataluña a buscarse las alubias: “En Las Calles De
Madrid”.
Acaban por el principio, es
decir, recuperando sus dos primeros éxitos, “Esto No Es Hawaii” y el clasicazo
“Rock´N´Roll Star”.
para acabar con la canción
dedicada a su lugar de procedencia: “Barcelona Ciudad”
Para mí, este disco es el mayor y
mejor testimonio del rock´n´roll en castellano junto a los directos de Ramoncín
y Burning. Si no lo tenéis, debéis ir inmediatamente a por él.
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