Mostrando entradas con la etiqueta Keith Scott. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Keith Scott. Mostrar todas las entradas

sábado, 30 de enero de 2016

Bryan Adams - Bizkaia Arena (BEC), Bilbao - 29/1/2016



Cuarta visita (hay que informarse mejor, señores periodistas) de Bryan Adams a Bilbao. A finales de los 80 nos malacostumbró con dos visitas en tres años, pero luego tuvieron que pasar 14 hasta la siguiente y el viernes que viene se cumplirán 11 desde la última, que significó el primer concierto del, en aquel entonces, recién estrenado Bizkaia Arena. Eso sí, entre medias actuó tres veces en Donosti.

Llegamos con tiempo para coger sitio en las primeras filas porque en el concierto de 2005 dos imbéciles nos amargaron la actuación permaneciendo EN LA PISTA completamente inmóviles, con los brazos cruzados y echando miradas si se te ocurría moverte o cantar. Eso no podía volver a pasar, así que nos plantamos allí media hora antes de la apertura de puertas y conseguimos ubicarnos frente al escenario, a unos escasos 8 metros del micrófono del canadiense. Con lo que no contábamos era con el martirio de los putos selfies. Fue un no parar. Por suerte, el número de autorretratos disminuyó cuando empezó el bolo, de lo contrario habría sido para hacerse el hara-kiri en vivo y en directo.




El público estaba compuesto por gente que oscilaba entre l@s treintañer@s que descubrieron a Adams en los 90 y la gente más talludita. Desde las féminas que se derretían con sus “Everything I Do”s y similares, hasta los rockeros que le siguen desde el principio de su carrera y que van a escuchar lo mejor de su discografía ochentera (entre los que nos incluimos).

Precisamente por llevar tanto tiempo siguiéndole nos cuesta muchísimo ser objetivos. La gran mayoría de los asistentes afirmarán sin duda que fue un conciertazo. Y cierto es que a Adams nunca puede echársele en cara nada en cuanto a entusiasmo, entrega y profesionalidad. Otra cosa es el repertorio. De antemano se sabe que vas a tener que tragarte cierta morralla, pero hay algunas cosas que cuesta entender; por ejemplo, el empecinamiento que ha tenido durante muchas giras con enjaretarnos la abominable “Cloud Number Nine” versión Chicane (la original, aunque pop, tenía un pase). O la manía, también desde hace demasiado tiempo ya, de acabar los conciertos con “All For Love”. Creemos que no fue un megaéxito mundial de la talla de “Everything I Do” como para despedirse con esa canción durante años. Para compensar, hubo algún tema inesperado que cundió bastante y del que hablaremos luego.

Bryan salió a escena con un cuarto de hora de retraso sobre el horario previsto. La espera se hizo más fácil gracias a que nos amenizaron con temazos de fondo de BB King, Beatles, Dylan, CCR y The Clash, entre otros.




El de la Columbia Británica empezó lo que acabó siendo una actuación de dos horas exactas con “Do What Ya Gotta Do”, una de nuestras canciones favoritas de su nuevo álbum “Get Up”, el cual venía a presentar, para a continuación empezar a desgranar sus grandes éxitos. Llamó la atención lo pronto que tocó los temas de “Reckless” (de hecho, de los 8 primeras temas, 5 pertenecían a esta obra). Especialmente satisfactorio fue escuchar “She’s Only Happy When She’s Dancin’”, recuperada para el directo, tras muchos años en el olvido, en su última gira con motivo del 30 aniversario de su disco más conocido (el cuarto, no el tercero; insisto señores periodistas, infórmense). 

Otro gran tema de su último vinilo que nos regaló fue un “Go Down Rockin’” que sonó genial.




Y entonces llegó nuestro momento favorito de la noche, por inesperado: Bryan nos metió en una cápsula del tiempo llevándonos a nuestra adolescencia interpretando un delicioso “This Time” que no habíamos podido degustar en 25 años. ¡Grande!




Fue una gran primera parte de concierto; sin embargo, personalmente creemos que es un error soltar las canciones más clásicas tan pronto: “Run To You”, “Heaven” y “Summer of ‘69” deberían sonar en la parte final, mejoraría la emotividad de la velada sin duda. ¿Os imagináis, por ejemplo, a Queen tocando “We Will Rock You” y “We Are The Champions” en la primera parte del bolo? Pues eso. En cualquier caso estas son apreciaciones personales.




Siguieron cayendo grandes éxitos, unos que gozamos como “Somebody”,




 o "Cuts Like A Knife" 






y otros no tanto (“Everything I Do”, “Have You Ever Really Loved A Woman”). Otra de las sorpresas de la noche fue recuperar la balada del 96I’ll Always Be Right There”, rara vez interpretada en directo pero tocada con maestría por el gran Keith Scott, mano derecha del vancouveriano afincado en Londres y que tanto con la eléctrica como con la española demostró todo su poderío a las seis cuerdas. 

Especialmente destacado el solo ampliado de “Heaven”, el cual se llevó una de las mejores y más merecidas ovaciones de la noche. 




Gary Breit a los teclados




Norm Fisher al bajo 




y Mickey Curry a la batería completaron la eficiente banda de apoyo a las dos estrellas indiscutibles del espectáculo.




Como anécdotas contar que Adams tuvo un par de ataques de tos durante la actuación (quizá fuera por el aire acondicionado, que estaba a tope) y que interpretó “Let’s Make A Night To Remember” a petición de algunos asistentes; no estaba en el setlist y se notó: el cantante no consiguió recordar la letra ni los acordes.




El momento baile del bluesIf Ya Wanna Be Bad, Ya Gotta Be Good” se vio lastrado por la elección equivocada de la protagonista. Suele cundir, pero fue a escoger a la más sosa de todo el BEC. Mala suerte.




En los bises, arrancó con su último single, un “Brand New Day” todavía mejor en directo que en su versión original




para seguir con el “C’mon Everybody” de Eddie Cochran que ya tocara en el 91 en La Casilla 




y, entre otras, la siempre emocionante “Straight From The Heart”.




En resumen, ¿fue un gran concierto? . ¿Volveríamos? Sin duda. Pero Bryan hijo ¿cómo puedes dejar fuera “One Night Love Affair” o “Hearts On Fire” y tocar “She Knows Me” y “I’ll Always Be Right There”? ¿Crees que alguien las habría echado de menos? Si te exigimos es porque sabemos lo que puedes dar de sí. Pero bueno, está bien, lo arreglarás la próxima vez. Pero que no vuelvan a pasar 11 años ¿vale?





SETLIST


1 + 2 + 3. DO WHAT YOU GOTTA DO + CAN'T STOP THIS THING WE STARTED + SHE'S ONLY HAPPY WHEN SHE'S DANCIN'




4 + 5. RUN TO YOU + GO DOWN ROCKIN'





6. HEAVEN




7. KIDS WANNA ROCK




8 + 9. IT'S ONLY LOVE + THIS TIME





10 + 11. YOU BELONG TO ME + SUMMER OF '69




12. WHEN YOU'RE GONE




13. EVERYTHING I DO, I DO IT FOR YOU




14. LET'S MAKE A NIGHT TO REMEMBER




15. IF YOU WANNA BE BAD, YOU GOTTA BE GOOD




16. HERE I AM




17. SOMEBODY




18. I'LL ALWAYS BE RIGHT THERE




19. HAVE YOU EVER REALLY LOVED A WOMAN




20. CUTS LIKE A KNIFE




21. 18 'TIL I DIE




22. THE ONLY THING THAT LOOKS GOOD ON ME IS YOU



------------------------------------------------------------------------------


23 + 24. BRAND NEW DAY + C'MON EVERYBODY




25 + 26. SHE KNOWS ME + STRAIGHT FROM THE HEART




27. ALL FOR LOVE




martes, 24 de marzo de 2015

Bryan Adams - Into The Fire (1987)































AVISO: No esperéis un post objetivo. Para mí, este no es un disco más: "Into The Fire" fue el primer disco que me compré y el que hizo que me aficionara al rock´n´roll. Hasta entonces (15 primaveras me contemplaban cuando se publicó), tenía muchos hobbys: deporte, libros, televisión, cine... y la música era otro más. Pero una vez empecé a escucharlo, ya no había escapatoria: el rock´n´roll se había apoderado de mí y todo lo demás era secundario.


Antes de empezar a hablar de este álbum, conviene situarlo dentro de la carrera de Bryan Adams para coger un poco de perspectiva: tras un par de discos sin demasiada repercusión fuera de su Canadá natal, fue con su tercero, "Cuts Like A Knife", cuando el rubio de los vaqueros y la chupa de cuero empezó a encontrar su sonido y a obtener el éxito que buscaba. Dicho éxito estalló definitivamente con su cuarto trabajo "Reckless", cuyo brutal impacto mundial le situó en la cima del rock de 1985, tan sólo superado por el Bruce Springsteen de "Born In The USA".


Esta repentina fama provocó que le llovieran las llamadas solicitando su participación en todo tipo de causas benéficas. Miembro ya de Greenpeace, la organización nacida en su Vancouver natal, entre febrero del 85 y junio del 86 compuso y participó en la grabación de "Tears Are Not Enough" (la versión canadiense de "We Are The World"), abrió la versión americana de Live Aid, encabezó la gira de Amnistía Internacional "Conspiracy Of Hope" y fue requerido para el concierto del Prince´s Trust. Todos estos eventos tuvieron una influencia decisiva en Adams a la hora de afrontar la composición de su siguiente obra, la que nos ocupa: "Into The Fire".




Tras el desmedido éxito de "Reckless", tanto Bryan como su co-compositor Jim Vallance tenían claro que no querían hacer un "Reckless II" y Bryan sobre todo, influido por las vivencias comentadas anteriormente, decidió que quería hacer canciones con mayor profundidad en las letras, que se alejaran del típico relato chico-chica. Eso es lo primero que diferencia a "Into The Fire" del resto de su discografía, tanto anterior como posterior.

Por otro lado, la grabación también fue diferente, ya que tuvo lugar en la casa del cantante. Sea como fuera, el caso es que la banda suena como nunca en este disco (nota personal: tras mucho tiempo escuchando el CD, recientemente puse el vinilo y se aprecia esto que comento. Segunda nota: la foto de presentación de este post es mi propio vinilo personal, como digo: el primer disco que me compré hace 28 años).




Una última opinión personal antes de entrar al detalle de las canciones que componen el disco: una de las razones por las que me gusta tanto este álbum es que creo que es, de largo (que ya es decir), el trabajo en el que mejor ha cantado Bryan; su voz impregna cada surco del vinilo y engrandece unas canciones que probablemente se prestan a que destaque pero que seguramente en la voz de otro cantante no impactarían tanto.

"Into The Fire" empieza con el tema que sirvió de presentación 
al LP: "Heat Of The Night". Con su intro de dos acordes de guitarra y piano, pronto se suman un bajo muy presente en todo el tema y el solo de guitarra de Bryan (detalle importante porque hasta entonces prácticamente todos los solos corrían a cargo del gran Keith Scott), para a continuación sonar la más rasgada que nunca voz del canadiense. La letra tiene dos inspiraciones: la película de Orson Welles "El Tercer Hombre" y un viaje que hizo a Berlín el propio compositor un año antes. Aviso a navegantes: esta letra avanza que lo que el oyente se encontrará a partir de entonces no será "Ana María se fue buscando el sol en la playa" precisamente.




La segunda canción es la que da título a este opus: "Into The Fire". El tema empieza con unos teclados misteriosos antes de entrar una guitarra acústica acompañada por una eléctrica a la que se unen poco después el resto de la banda. A destacar uno de los riffs de bajo más memorables de toda la carrera de Adams. También su entrada a nivel vocal pone los pelos como escarpias y así permanecen hasta el final. La letra habla de un hombre que se encuentra en una encrucijada y no sabe qué dirección tomar, que es justo como nuestro protagonista afirmó sentirse a la hora de afrontar este trabajo.




Este tema fue el cuarto single de "Into The Fire"; sin embargo el vídeo promocional no tuvo nada que ver con la grabación original: se trató de una actuación grabada en Japón en enero del 88, él solo con su guitarra. Desde ese momento, muchas veces a lo largo de su gira mundial fue la forma en la que acabó sus conciertos, incluyendo el de Bilbao del 12 de junio de ese año.





"Victim of love" es tanto la tercera canción como el tercer single del álbum y podría ser la canción que engloba en sí misma lo que es todo el disco: es una canción de letra extraña (para lo que nos tenía acostumbrados), un gran sonido de banda, con mención especial para la guitarra de Keith y una soberbia actuación vocal de Bryan (inolvidable su grito en el minuto 1:48). ¿Que no es un hit hecho para la radio? ¿Y qué? ¿A quién le importa?





En "Another day" es Adams quien se encarga del solo, al igual que en "Heat Of The Night". Es un tema que habla sobre la soledad y la desesperación de los pobres y los desempleados. Puede que la letra sea un poco forzada y no pegue con la música que le acompaña pero es indiscutible que se trata de una gran canción.





"Native Son" cierra la cara 1 del disco.  Era un título que rondaba su cabeza desde hacía tiempo pero hasta ese momento no se había convertido en canción. Trata sobre los indios americanos y su sometimiento por parte del hombre blanco. Precioso tema. Gran protagonismo, una vez más para Keith Scott y su guitarra, que se multiplica en directo.





"Only The Strong Survive" inaugura la cara 2 a toda leche. Inicialmente fue compuesta para la banda sonora de "Top Gun" (sí, la de Tom Cruise), pero a última hora Bryan decidió no incluirla argumentando que no quería una canción suya en una película que "glorifica la guerra". Como apuntó jocosamente Jim Vallance años más tarde, por lo visto prefería películas donde "se cargaban a la gente con espadas y flechas". Otra vez espectáculo vocal por parte de nuestro protagonista, ritmo contagioso y gran slide guitar de Mr. Scott. Fue extraído como 5º single, exclusivamente para Canadá.





"Rebel" para mí es el punto álgido del disco. ¿Por qué? Sinceramente, entre sus canciones, versiones, colaboraciones, actuaciones en directo, etc. creo que NUNCA he oído una actuación vocal de Bryan Adams como en esta canción. Inenarrable. Sólo por eso ya valdría la pena. Pero es que además es una grandísima canción, con una actuación soberbia por parte de todos los músicos que participaron en la grabación. Inolvidable. Fue originalmente escrita en 1985 por encargo de Roger Daltrey para su disco en solitario, "Under A Raging Moon". Una curiosidad: Daltrey la canta en 1ª persona como si estuviera hablando de sí mismo. Bryan la canta en 3ª persona.




"Remembrance Day" es una fiesta nacional en Canadá, el 11 de noviembre de cada año, en la cual se honra a todos los soldados caídos en acto de servicio. La canción en concreto está inspirada en los veteranos canadienses que participaron en la 1ª Guerra Mundial. Otra gran canción con la enésima demostración vocal de Adams.






"Hearts On Fire" fue el 2º single del disco. Era una canción que databa de la época de "Reckless" y no pegaba con el resto del disco. Era alegre y sonaba a hit para la radio. De hecho, aquí fue utilizada en un montón de vídeos de fútbol, surf, etc. El caso es que es una gran canción y no podía quedarse fuera del disco. Es la que más a menudo suele tocar actualmente con una versión alargada para protagonizar un duelo guitarrero con su mano derecha Keith Scott.







En mi experiencia personal, este fue el primer vídeo suyo que vi y lo que más me llamó la atención en aquel momento (insisto, yo tenía 15-16 años) fue lo bien que se lo pasaba la gente que estaba en el concierto. ¡Yo quería estar ahí! También fue la primera canción que intenté sacar a la guitarra, dándole al "Pause" del vídeo y fijándome en la posición de los dedos en el mástil :-).


"Into The Fire" acaba con "Home Again", preciosa balada dirigida por la melodía del piano y, a riesgo de ser repetitivo, unos Bryan y Keith que, literalmente, se salen a la voz y la guitarra respectivamente.




"Into The Fire" fue bien recibido en general por crítica y público pero "sólo" vendió 4 millones de copias, frente a las 8 que había vendido "Reckless" por lo que fue visto como un "fracaso" y un "paso atrás" en su carrera. (Nota personal¿Cuántas bandas vendían 4 millones de discos en los 80?)

Por fortuna, el tiempo pone a cada uno en su lugar y ahora "Into The Fire" es visto como uno de los mejores trabajos de la carrera de Adams. Personalmente, creo que fue un acto de valentía y de honestidad sacar un disco como este tras "Reckless" cuando lo más fácil hubiera sido seguir con la misma fórmula. De hecho, a partir del siguiente disco vino la cuesta abajo (musical, que no de ventas) del canadiense.

Si todavía no tenéis "Into The Fire", no sé a qué esperáis para ir corriendo a la tienda de discos más cercana... dejaros de descargas, ITunes, Spotify y demás. Este disco no puede faltar en vuestro equipo de música.